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Hoy hemos descansado muy bien y nos levantamos con ganas de desayunar, así que enseguida bajamos al buffet.

El hotel está muy bien así que se puede recomendar abiertamente, al desayuno podemos ponerle la misma descripción. El precio, si queremos la opción del desayuno son 4 euros más.

Es nuestro último día en Polonia y decidimos plantear nuestro camino hasta Lituania terminando primero de visitar alguno de los lagos que nos quedaban pendientes. El lago Niegocin y el lago Jagodne. A partir de Orzysz la carretera mejora bastante en cuanto a firme y anchura. Es la nacional 16.

AUGUSTÓW

Seguimos hasta Augustów donde hacemos la pausa café de la mañana. Es un momento divertido porque unos niñ@s estaban almorzando y les ha hecho mucha gracia vernos allí. Con un móvil –usado como traductor- y más cariño que destreza, intentamos comunicarnos. Finalmente tras un rato divertido y haber protagonizado la anécdota del día volvemos al coche.

HACIENDO AMIGOS

HACIENDO AMIGOS

Cuidado con los radares, hay muchos fijos y alguno que otro móvil.

OJO CON ESTOS!!

OJO CON ESTOS!!

Desde Augustów la cosa cambia bastante. El tráfico aumenta de manera exponencial, es muy llamativo.

En la frontera no ha habido ningún control y hemos pasado sin ningún problema.

RESUMEN:

Hemos vuelto a Polonia 9 años después. En la primera ocasión visitamos entre otros: Varsovia, Cracovia, Wadowiche, Chestocowa, Wieliczka, Auschwitz. De ese viaje nos llevamos un buen recuerdo del país, en ésta, la impresión es igualmente buena. Precios, seguridad, carreteras, todo ha mejorado mucho.

Los precios se mantienen y ofrecen la posibilidad de conocer un destino muy interesante por un precio módico. Nos ha sorprendido muy gratamente.

Hay que recordar que su moneda oficial es el Zloty, con un cambio aproximado de 1 € = 4,10 zlotys.

Nosotros hemos elegido, esta vez, la opción de venir con nuestro coche ya que el viaje continuaba hacia las Repúblicas Bálticas. Si venís a Polonia desde España la distancia no es tan grande como para no plantearse esa opción. Máxime si pretendéis conocer el país de una manera más detallada por un precio más reducido. Estudiad las posibilidades que existen alquilando coche y avión, avión y transporte público…. La que más os apetezca. Eso sí! Nunca dejéis de lado el conocer las carreteras y los pueblos que existen entre los trayectos que elijáis.

Las carreteras están bien señalizadas, pero recomendamos enormemente traer GPS, o en su defecto un mapa de carreteras con cierto detalle. Nuestro GPS no estaba lo suficientemente actualizado y los mapas no estaban tan detallados como nos hubiera gustado, pero con los mapas y la cartelería indicativa que hay nos fuimos orientando sin mayor problema.

El asfaltado, por regla general, no está mal aunque hay puntos concretos que son bastante defectuosos.

No nos hemos encontrado ninguna imprudencia. Nos habían avisado de que conducen de manera agresiva y con cierta velocidad e imprudencia. No hemos visto nada de eso, alguna cosa puntual, pero como pueda suceder en España.

El precio del gasoil es en torno a 20 céntimos, al cambio, más barato que en España.

Las comidas son generosas y económicas lo que ayuda a que uno se pueda plantear una estancia algo más prolongada. No nos hemos sentido como turistas, es decir, en los alojamientos o restaurantes en los que hemos estado (buscando siempre, al menos en restaurantes, que hubiera gente) nos han tratado de manera exquisita. Es más, muy bien acogidos y sin la sensación de la famosa frase: “hemos pagado la novatada o la turistada”. Esto último para nada: ni entradas, ni comidas, ni alojamientos, etc.

Pasear por cualquier pueblo o ciudad no nos ha generado ninguna inseguridad. Es cierto que hay momentos en los que te sientes un poco incómodo porque vemos a gente pidiendo o con claros síntomas de embriaguez, pero no se trata de algo que veamos peligroso, ni en muchos sitios. En Torun nos avisaron de la precaución que debíamos tener con ir mostrando la cámara y algún consejo más. Este aviso no es diferente al resto de ciudades que se puedan visitar en cualquier país del mundo.

Por último animar encarecidamente a que se visite este país porque merece mucho la pena por todo.

Besos y abrazos según corresponda.

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