Blues y jazz del bueno, una carretera que invita al relax acompañados principalmente de pinos y abetos. Poco tráfico, recorriendo una de las carreteras que atraviesan la Isla de Saremaa y un día con sol: ¡sí, sí!, con sol. ¿Qué más se puede pedir?.
Así comienza nuestro día. Después de uno como el de ayer, que terminó con lluvia y una noche en la que no ha remitido, pensábamos que no tendríamos suerte con el de hoy, pero sí, la ha habido.
Salimos de Liiva pronto. Eso ayuda a la tranquilidad en las carreteras. El viaje ya lo hemos comentado al principio así que directamente pasamos a hablar de nuestro primer punto de destino en la isla es el cráter de meteorito que hay en Kaali. Es uno de los lugares más visitados a tenor de lo que vemos en las guías. En el cartel de bienvenida explican que el cráter lo provocó un meteorito de 40 toneladas y 3 metros de diámetro a 15 metros por segundo. Sencillamente increíble, si al caer te pilla en el salón de casa te lo deja “apañao’”. El diámetro del cráter son 100 metros y la profundidad 22. Bueno, si te quedas sin salón te deja hecha la piscina, ¡y encima olímpica!.
CRATER DE KAALI
Merece la pena desviarse.
KURESSAARE
La localidad más importante de Saaremaa es Kuressaare, famosa como centro de salud tras el descubrimiento de las propiedades curativas del lodo de su litoral. Dejamos el coche aparcado muy próximo al Ayuntamiento y la zona centro, con la facilidad que nos ofrece esta ciudad ya que el aparcamiento es gratuito. Vamos en busca de la oficina de turismo, trato exquisito, y nos ofrecen la información que precisamos de la ciudad y la isla, sus recomendaciones coinciden con las que llevábamos anotadas.
IGLESIA DE SAN NICOLÁS. KURESSAARE, ESTONIA
Empezamos por la pausa café en un bar muy bien decorado de la calle Tallina. Aunque la chica no estaba de buen humor. Imaginamos que ha cambiado el turno con su compañera, que la tocaba de tarde, no le ha gustado y no tenía el día más amable. O eso suponemos. El café muy bueno.
El edificio más emblemático es el castillo construido como bastión del obispo de Osel-Wiek –entrada 5 €-. Es una estructura defensiva muy grande. Compuesto por dos anillos, lo que se nota fue el origen de la fortaleza y después un perímetro de muralla muy posterior, tipo ciudadela. Hoy alberga el Museo de Saaremaa que está dedicado a la naturaleza e historia de la isla.
ACCESO AL CASTILLO DE KURESSAARE, ESTONIA
BASTIÓN DEL CASTILLO EPISCOPAL. KURESSAARE, ESTONIA
En la planta baja ves toda la historia natural a través de diferentes escaparates con animales disecados, rocas, plantas, etc. que te acercan al tipo de flora y fauna que existe. A partir de aquí la visita se hace un poco complicada, hay muchas salas y están repartidas en diferentes niveles. Al tener gran cantidad de puertas, entre la segunda y la tercera planta nos hemos liado un poco. En esta zona se pueden contemplar las secciones dedicadas a la Segunda Guerra Mundial y la vida cotidiana durante la antigua Unión Soviética –hay recreado un apartamento hecho al detalle-. Otras estancias muestran la historia de la isla y sus habitantes.
INTERIOR CASTILLO EPISCOPAL. KURESSAARE, ESTONIA
CASTILLO DE KURESSAARE, ESTONIA
El edificio está muy bien conservado y la visita es muy completa. Te permiten recorrerlo en su mayoría dejándote que disfrutes del “laberinto” de cámaras, pasillos, pasadizos y escaleras.
PANGA
Decidimos que recorreremos la parte norte de la isla. Llegando desde Kuressaare a Mustjala y desde aquí seguir por el litoral. El trayecto es agradable y con poco tráfico. En Mustjala no paramos, seguimos hasta Panga, donde queremos visitar los acantilados.
ACANTILADOS DE PANGA, ESTONIA
ACANTILADOS DE PANGA, ESTONIA
MONUMENTO EN LOS ACANTILADOS DE PANGA. SAREMAA, ESTONIA
Llegar a aquí no tiene pérdida y está bien indicado. Recorremos un tramo del camino que rodea esta zona. Los destacan mucho, pero no encontramos el porqué. El sitio está bien, pero no le vemos, o no nos transmite gran cosa. Eso si! si venís a la hora de comer y no traéis el qué, aquí os lo preparan en un santiamén.
ANGLA
Después de esta visita seguimos hasta Angla. Este punto lo destacan por su conjunto de molinos de viento. Antiguamente había muchos, más de 800 en toda la isla, pero ya no quedan muchos. La entrada son 3 € y merece la pena la visita. Hemos leído de otros blogs que antes se pagaba sólo por visitar uno. Ahora no, pagas la entrada y visitas los que estén abiertos, en nuestro caso visitamos dos.
CARTEL MOLINOS DE ANGLA
Además el restaurante, bar, tienda de recuerdos de la entrada también es museo. Puedes visitarlo tranquilamente. Se trata de una colección de maquinaria para trabajar madera y metal, herramientas muy curiosas, de finales del s. XIX y s. XX.
MOLINO DE ANGLA, ESTONIA
MOLINOS DE ANGLA
KOGUVA
El último punto que tenemos destacado está en la Isla de Muhu. Se llama Koguva y es un pueblo museo que los vecinos y algún organismo público se han preocupado de restaurar, ahora considerado museo al aire libre. Con algo de escepticismo comenzamos a recorrer lo que parecen las calles. La estructura urbana es un conjunto de casas aisladas separadas unos metros por lo que va conformando las calles. Las casas son muy llamativas y alguna nos parece de anuncio. Hay que tener en cuenta que el sistema de construir es muy parecido al de las pallozas gallegas. Son casas ovaladas con tejado de caña y una de ellas es la que tienen dedicada a la interpretación y conocimiento de Muhu. Al final entendemos y recomendamos desviarse a conocer este lugar.
Volvemos sobre nuestros pasos y alcanzamos Kuivastu para embarcar de nuevo. Esta vez no esperamos ni un segundo, según entramos al puerto está entrando el último coche de este turno, así que nos ha venido de perlas.
Desde aquí poco queda: Ver un radar, disfrutar del momento y el día de sol mientras se conduce, encontrar sitio para dormir……..
ATARDECER EN PARNU, ESTONIA
PARNU
En Parnu, el lugar donde queremos quedarnos a dormir para visitarlo mañana, buscamos directamente el Camping Kenso. Bungalows no tienen, pero tenemos suerte porque alquilan habitaciones, 48 € habitación doble con desayuno incluido. Eso sí! El camping permite el alojamiento con mascotas, si hay alguien que tenga alguna pega… Sinceramente hay momentos en los que nos sentimos estar en una perrera.
Besos y abrazos según corresponda.
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