CAMINO DE SANTIAGO, DÍA 7: ETAPA ENTRE TORRES DEL RÍO Y LOGROÑO

FOTO DE GRUPO EN EL PÓRTICO DE LA ERMITA VIRGEN DE LAS CUEVAS CERCA DE VIANA

Cuando nos vamos a poner en movimiento empieza a chispear así que cubrimos las mochilas con los cobertores. A las 8:20 horas las puntas de los bastones empiezan a golpear contra el suelo. Tenemos que subir a la parte alta del pueblo, cogemos una pista, hoy cuesta coger ritmo. Hoy no hace tanto frío como ayer, el cielo está muy nublado pero no llueve, han sido unas gotas tan solo para asustarnos. Caminamos en un sube baja hasta que a unos 3 km. salimos a la carretera, antigua N-111, la cruzamos y continuamos subiendo hasta la ermita Virgen del Poyo. Bajamos por pista hasta volver a encontrarnos con la antigua N-111. Vamos con cuidado por la carretera durante unos 200 metros, tras una curva cerrada cruzamos a la derecha y cogemos una pista. Está todo muy bien señalizado. Empezamos a subir una dura rampa aunque no muy larga. El paisaje que nos acompaña no dice mucho, tierras de cultivos, viñedos y olivares salpicados de vez en cuando.

MANU Y EDU JUNTO A LA ERMITA VIRGEN DE LAS CUEVAS CERCA DE VIANA

Volvemos a salir a la carretera y vamos unos 100 metros por ellas hasta que las flechas amarillas nos hacen salirnos por la derecha y bajamos por una senda el Barranco de Cornava, un desnivel de unos 125 metros. Hay algún atajo que nosotros también cogemos, el terreno esta duro, bajar por aquí con barro mejor no coger atajo, además se ganan solo unos segundos. Continuamos por la senda de gravilla entre pinos de repoblación, algunos árboles frutales y algunos viñedos y olivares. Vamos siguiendo todas las señales sin perdernos. Pasamos junto a unos agricultores que están recogiendo aceitunas. Salimos a la antigua N-111 y vamos con cuidado por su arcén. Tras aproximadamente un kilómetro dejamos la carretera y vamos por una senda paralelos a la nacional hasta llegar a Viana. Un poco antes de llegar me doy cuenta que se me ha perdido la roseta de un bastón. Llevamos más o menos la mitad de la etapa.

VIÑEDOS CERCA DE VIANA

A la entrada del pueblo vemos unas mesas y bancos de piedra junto a una fuente y decidimos parar a comer algo y descansar. Hace tanto frío que la parada es corta. Estamos todos menos Edu que se ha debido entretener por el camino. Decidimos continuar hasta el albergue y esperarle allí al calorcito, pero al llegar vemos que esta cerrado. Continuamos por sus calles empinadas hasta coger la calle Mayor. Llegamos al ayuntamiento que está junto a la Iglesia de Santa María y Rocío sube a ver si sellan, nos dice que si y que subamos. Isabel a su vez busca por los alrededores y la sellan en un bar. Al juntarnos de nuevo en la puerta del ayuntamiento y en vista de que Edu sigue sin aparecer le llamo por teléfono y me dice que esta entrando en Viana, que se ha quedado hablando con los que estaban recogiendo aceitunas. Le esperamos y justo cuando llega abren la oficina de turismo y entra a que le pongan sello en la credencial. Yo empiezo a sentir dolores en el talón de aquiles del pie derecho.

CAMINANDO HACIA LOGROÑO

Continuamos nuestro peregrinar por la calle Mayor hasta salir del pueblo. Cogemos una pista que atraviesa unas huertas y cruzamos la  NA-7220, un poco más adelante cruzamos la antigua N-111. Yo me noto cada vez peor, el talón me arde y cada vez me cuesta más andar. Al cabo de unos 3 kilómetros desde Viana llegamos a la ermita de la Virgen de las Cuevas, les digo que necesito parar, que voy mal y la pido a Isabel que me deje el ibuprofeno en crema que lleva a ver si me alivia los dolores. Rocío me da también ibuprofeno en pastilla y también me la tomo. Como la ermita tiene un pórtico resguardado aprovechamos a comer algo más y descansar un poco. Hay también un pequeño refugio pero esta muy sucio, una fuente y mesas donde comer.

VIANA

Al cabo de unos 10 minutos nos volvemos a poner en marcha. Poco a poco las drogas me van haciendo efecto y al cabo de un km. casi no me duele, solo una pequeña molestia. Menos mal porque si no no se si hubiera podido seguir caminando. Seguimos por pista entre tierras de cultivo. 2 km. más tarde tras coger un desvío nos adentramos en un pinar. Llegamos a una pasarela elevada nueva de madera que cruza una autovía. Vamos por la margen derecha por una pista paralela a la autovía atravesando otro pinar. Vemos en varios árboles propaganda de un albergue de Logroño. Continuamos hasta llegar a una fábrica y junto a ella está el limite de Navarra y entramos en la Rioja. Llevamos andados casi 150 km.

RÍO EBRO A SU PASO POR LOGROÑO

A partir de aquí el suelo que pisamos es una pista roja tipo carril bici que nos llevara hasta la ciudad. Pasamos junto a una placa con una inscripción de que aquí fueron asesinadas unas personas durante la guerra civil. Atravesamos un par de túneles subterráneos para sortear la circunvalación. Por una rampa ascendente al llegar a la parte más alta vemos la ciudad de Logroño. Ahora nos toca bajar hasta entrar en la ciudad. Lo primero que atravesamos son unas viviendas y alguna pequeña nave industrial, después el cementerio. Las flechas amarillas nos llevan por la ribera derecha del río Ebro. Al llegar a un puente subimos unas escaleras y salimos a la carretera para cruzar el río a la otra parte. Llegamos a una glorieta y giramos a la derecha para coger la calle Rúa Vieja y 150 metros después llegamos al albergue de peregrinos, 22 km. y son las 13:15 horas.

Albergues para peregrinos en Logroño:

• Albergue Santiago Apostol
• Albergue Albas
• Pensión La Bilbaina – Albergue Logroño
• Albergue Logroño Centro

MARCA EN EL SUELO DEL CAMINO DE SANTIAGO EN UNA CALLE DE LOGROÑO

El albergue no abre hasta las 15:00 horas, así que continuamos calle adelante a ver si vemos algún sitio donde nos sellen. Pasa un coche de policía local y preguntamos a la chica que va dentro como se llega a la estación de autobuses y donde nos pueden sellar. Nos dice a lo primero que esta lejos de donde estamos y nos da algunas indicaciones y en cuanto al sello que unos metros antes en la policía nos lo ponen.

CENTRO DE CULTURA DE LOGROÑO

Desandamos unos metros y entramos en la sede de la policía local. Tras el trámite del sello salimos y vamos en dirección a la estación de autobuses. Nos despedimos de Edu que va a continuar hasta Navarrete, pues es el único que va hasta Santiago, y el resto vamos callejeando por la ciudad hasta la estación tras preguntar alguna que otra vez. 15 más tarde llegamos y justo empieza a llover. Cada uno compra su billete hacia el lugar de destino menos Tony que va a hacer 1 o 2 etapas más y pernocta en Logroño. Hay una cafetería restaurante en la estación y entro a mirar a ver que tal, bufet por 9,50 euros normalito. Manu y yo tenemos que sacar dinero así que vamos a buscar un cajero. Vemos un mesón al lado y como en el cajero hay cola vemos a ver que tal. 9,90 euros el menú y tiene mejor pinta. Volvemos a la estación y se lo comentamos al resto. Cogemos las mochilas y nos vamos al mesón. La calidad de las cosas peor de lo que esperábamos pero tampoco esta mal aunque el servicio muy lento. A las 16:00 horas volvemos a la estación pues el autobús de Manu sale a las 16:15 horas y nos despedimos de él y de Tony que se va al albergue. El resto entramos a la cafetería de la estación a tomarnos un café.

FOTO DE GRUPO EN LA POLICÍA LOCAL DE LOGROÑO

Rocío, Javi y Yo vamos a Burgos y el nuestro sale a las 17:15 horas y Laura e Isabel van a Bilbao a las 17:30 horas. Cuando llega nuestra hora nos despedimos de las ibicencas. Nuestro autobús sale puntual, sigue lloviendo y a la salida de Logroño hay niebla. Vamos parando en todos los pueblos, decir que el trayecto que hacemos Logroño Burgos tarda 2 horas con Jiménez. Al llegar a Navarrete nos vamos fijando en el camino a ver si vemos a Edu y yo le llamo por teléfono y me dice que ha llegado hace 15 minutos. El no ha tenido tanta suerte y ha pillado agua de camino.

El resto de viaje con mucha niebla y vamos los 3 hablando hasta llegar a Burgos. A las 19:30 horas llegamos a nuestro destino. Me despido de Rocío y Javi. Fin de viaje.

La experiencia ha sido increíble, por mucho que me habían contado y lo que había podido ver en los múltiples reportajes que he hecho del Camino de Santiago nunca pensé, que esto es lo que es. Además he tenido la suerte de encontrarme con gente encantadora que han hecho sentirme muy bien. Gracias a todos vosotros por esta semana, espero sigamos en contacto.

Ha sido duro en algunos momentos pero nadie dijo que fuera fácil. Ahora se que algún día volveré al camino, pues no me gusta dejar las cosas a medias.