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Atravesar una gran ciudad como Delhi en ricksaw siempre es una experiencia, por mucho que hayas montado, nunca terminas de acostumbrarte. Cada uno va por donde le da la gana, avenidas de 2 carriles las convierten en 6 y los adelantamientos se hacen por donde hay algún resquicio de hueco. Camiones, autobuses, coches, ricksaws, bicicletas, peatones, vacas y perros conviven en una mezcolanza urbana que a veces es mejor cerrar los ojos y no ver el uiiii, casi!!!!. Vemos en un frenazo como un hombre con una bicicleta da al coche de adelante y se cae al suelo, suerte que el coche que venía a su derecha no le paso por encima de la cabeza. Se baja el del coche mientras el de la bicicleta se vuelve a montar y se marcha. Esto es Asia, tan diferente a Europa en todo, es genial.

Después de casi media hora y 10 kilómetros recorridos nuestro conductor se para bajo un viaducto, nos miramos sorprendidos y es que se conoce que no veía bien, porque saca un trapito más negro que uno recién salido de una mina de carbón y se pone a frotar el parabrisas. Nos da la impresión que se ve peor que antes, pero a él no le debe parecer lo mismo porque se monta contento. Continuamos por una especie de autopista de 5 carriles, en el sentido contrario vemos un gran atasco de entrada a la ciudad.

Tras recorrer en total algo más de 18 kilómetros y 45 minutos, nos para en mitad de la autopista y nos dice que hemos llegado, perdona!!!!! Nos señala una oficina y como no sabe inglés hace venir a un policía. Nos dice que los ricksaws tienen prohibida la entrada al aeropuerto y que esperemos aquí que viene un autobús gratuito para llevarnos.

Beatriz se enfada mucho con el del ricksaw y le dice que porque no nos lo ha dicho antes de salir… el otro como no entiende se limita a mirarla sin más. Encima cuando le da un billete de 500 y la dice que Ok, arghhh!!!!!!!, pero termina dándola las vueltas. No nos creemos nada, y es que aquí no te puedes fiar nunca, siempre hay un pero…. Por eso las cosas hay que hacerlas con tiempo. En India ir con el tiempo justo, malo. Al acercarnos a la oficina vemos que hay más gente esperando con maletas, pero nadie extranjero.

BEATRIZ ESPERANDO EL AUTOBÚS PARA IR AL AEROPUERTO DE DELHI

BEATRIZ ESPERANDO EL AUTOBÚS PARA IR AL AEROPUERTO DE DELHI

Los siguientes ricksaws que vemos también paran todos en el mismo sitio, empezamos a pensar que igual si que es verdad. Nosotros hemos llegado a las 21:50 horas y hay un cartel con un reloj indicando que a las 22:00 horas viene el próximo autobús. En esos 10 minutos la sala de espera casi se llena. Puntual llega nuestro autobús, más viejo que ni se. Tratándose del aeropuerto esperábamos algo más moderno.

Por el camino vemos efectivamente unos carteles azules grandes, como los de nuestras autovías/autopistas donde pone prohibido el paso de ricksaws. Así que esto es algo para tener en cuenta, pues si vas con el tiempo justo mejor coger un taxi. Se nos ha olvidado decir que por la mañana pensamos ir en metro pero en el hotel nos dijeron que no funcionaba, no sabemos si es verdad. Línea hay, igual estos días hay algún problema. Lo que si sabemos es que en el mismo aeropuerto hay una boca de metro como en Barajas.

El autobús nos deja en la terminal 1 y tenemos que subir en ascensor a la planta de arriba que es donde está la terminal 3, que es la nuestra. Para entrar al aeropuerto tenemos que enseñar pasaportes y el papel impreso con nuestro vuelo. Un vez dentro miramos los monitores buscando donde tenemos que facturar. Al llegar a los mostradores vuelta a enseñar los pasaportes y el papel con el vuelo. Nos ponen una pegatina de control de seguridad en la parte trasera del pasaporte. Pasado este trámite vamos a la ventanilla de facturación tras esperar una pequeña cola.

La chica nos dice que hay algo mal en el pasaporte de Jorge. Llama a un chico con el que se marcha a donde nos han puesto la pegatina. Resulta que la pegatina tiene fecha de día 13 de septiembre y resulta que hoy es 15, jeje. Con un simple modificado a boli vuelta al mostrador. Nos facturan las mochilas por separado, primera vez que nos ocurre.

Buscamos unos baños para asearnos un poco y cambiarnos de ropa. Cambiamos las rupias que nos han sobrado. En el aeropuerto el cambio es muy malo, y hemos estado pensando haberlo hecho en Main Baazar, la historia es que no sabíamos al final cuanto nos podría sobrar y además no iba a ser mucho. Nos las compran a 76,35 rupias-euro. En Main Baazar lo hemos visto sobre 72. Nos sobran en total 19 rupias que al tenerlas en moneda no te las cambian, solo billetes.

Antes de pasar el control de migración Jorge se como el salchichón que nos ha sobrado. Tenemos que rellenar una tarjeta de emigración. Lo entregamos en la ventanilla correspondiente junto al pasaporte y la tarjeta de embarque. Después toca pasar junto a un militar que nos va poniendo en cada bulto de mano una etiqueta de esas donde se pone el nombre en caso de pérdida. Lo siguiente pasar el control de equipaje y cacheo a las personas. Muy estrictos con respetar la línea amarilla del suelo y solo cuando ellos te lo dicen pasas. Al verificar que todo está bien nos ponen un sello en la etiqueta de cada bulto de mano. Ya solo queda buscar la puerta de embarque, A 9.

GRUPO TOCANDO EN EL AEROPUERTO DE DELHI

GRUPO TOCANDO EN EL AEROPUERTO DE DELHI

Son casi las 00:00 horas y hasta la 1:50 horas no abren la puerta. Paseamos por el aeropuerto viendo diferentes tiendas. Hay una zona de restaurantes, McDonald, domino’s pizza y varias cadenas más de comida rápida. Pasamos junto a un restaurante con sillones muy raros, que ya vimos el año pasado al volver de Nepal. Entramos en una tienda tipo Natura pero en versión India con productos ayurvédicos. Super chula, y hay un grupo tocando música tipo new age. En las salas de espera hay algunas butacas que son casi camas, como solo hay una libre Beatriz aprovecha para echar una cabezada.

A las 2:00 horas abren la puerta de embarque. Enseñamos pasaportes y las tarjetas de embarque las pasan por un lector láser. Cruzamos la puerta y unos militares nos piden los pasaportes, tarjeta de embarque y verifican las etiquetas de los bultos de mano. Vemos que a algunas personas incluso les mandan abrir bolsos y maletas para ver que llevan. Bajamos unas escaleras y entramos al finger.

Antes de entrar al avión nos vuelven a pedir los pasaportes, las tarjetas de embarque y nos cachean por si en el último momento el Espíritu Santo nos ha dado una maleta de explosivos. Creemos que un país con tanta población de alguna manera les tiene que tener ocupados, porque si no no es normal. Ya dijimos hace 4 años que había sido el aeropuerto en donde más seguridad y control habíamos tenido, y ahora 4 años después y unos cuantos viajes más seguimos diciendo lo mismo.

HOMBRE TOCANDO EN EL AEROPUERTO DE DELHI

HOMBRE TOCANDO EN EL AEROPUERTO DE DELHI

Nos toca casi al final del avión. Este va prácticamente lleno. Puntual a las 2:35 horas (hora de India) despegamos sin problemas del I.G.I.A. (Indira Ghandi International Airport). Al coger un poco de altura vemos un montón de relámpagos por todas partes. Atravesamos una nube negrísima y el avión cae en una turbulencia, la verdad es que acojona. Pero tras pequeñito susto, en cuanto cogemos más altura el avión ni se menea.

BRUSELAS

Jorge tarda 5 minutos en caer profundamente dormido, ni se entera cuando traen la cena. Beatriz duerme a ratos y si que cena. 2 horas antes de llegar a Bruselas Beatriz despierta a Jorge porque están sirviendo el desayuno. Tras desayuno otra vez KO, jeje. A las 8:00 horas (hora de Bruselas) aterrizamos sin problemas. Control de emigración, después de equipaje y sin problemas a buen paso vamos hasta la puerta de embarque que está en la otra punta, pues el avión a Madrid sale a las 08:50. No sabemos porque hay que andar siempre tanto por los aeropuertos. Beatriz opina que es para estirar piernas, después de tantas horas en un avión, así se deshinchan los tobillos, jeje.

PANEL CON EL RETRASO DEL AVIÓN DE BRUSELAS A MADRID

PANEL CON EL RETRASO DEL AVIÓN DE BRUSELAS A MADRID

20 minutos después del paseo, a paso marcha llegamos a la puerta a 54. Vemos en el monitor que hay retraso hasta las 9:30 horas y que vayamos a la puerta A 46. Llegamos y nos sentamos a esperar. Al poco dicen por megafonía algo de algún problema, nos acercamos al mostrador y nos dicen que el avión tiene alguna avería técnica y el que van a poner es más pequeño.

Necesitan voluntarios para volar a Madrid haciendo escala en Ginebra. En vez de llegar a Madrid a las 12:15 horas lo harán a las 14:00 horas. Y como compensación dan 250 euros a cada pasajero. Tras meditar durante 5 segundos decimos que nos apunten. Lo mismo nos da llegar una hora y pico más tarde y 500 euros son 500 euros. Un chico que es de Granada le ofrecen los 250 euros y aterrizar en el aeropuerto de Granada. Como unas 15 personas aceptamos, tras ponernos unas letras en la tarjeta de embarque nos dicen que vayamos a un mostrador y que allí nos lo hacen todo.

Cuando llegamos nos ponemos a la cola. Esta casi no avanza, son casi las 9:00 horas y el avión a Ginebra también sale a las 9:30 horas. Al poco llega la azafata con la que habíamos hablado y nos dice que 2 personas tenemos que volver al otro avión porque hay 2 plazas libres al final. Todos nos hacemos los españoles, así que dice que si no salen 2 voluntarios elije ella. Su elección somos nosotros, nos pide disculpas y nos dice que vamos a ir en Business, bueno al menos algo es algo.

Nos hace las nuevas tarjetas de embarque en Business y al minuto abren la puerta para entrar al avión. Por primera vez nos colocamos en una cola distinta al resto y tenemos el privilegio de entrar los primeros al avión. Cuando estábamos a punto de entrar aparece un chico de los que también se habían prestado voluntario y nos dice que igual hemos tenido suerte con el cambio porque les han dicho que no van a volar a las 9:30 a Ginebra por falta de tiempo y venia a hablar con alguna azafata a ver qué pasaba, que eso no era lo que habían dicho. Deseándonos suerte mutua nos despedimos, (no sabemos cómo habrá acabado su historia).

TARJETA DE EMBARQUE EN BUSINESS DE BRUSELAS A MADRID

TARJETA DE EMBARQUE EN BUSINESS DE BRUSELAS A MADRID

Nos sentamos en primera fila y vemos como van pasando uno a uno todo el pasaje del avión. Los asientos son iguales al resto, quizás un pelín más de espacio. No sabemos lo que es Business, y creemos que la única diferencia va a ser el no hacer colas para entrar. Pero no, cuando viene una azafata y nos dice que saquemos la bandeja y nos pone una servilleta a modo de mantel. Nos traen una bandejita con una especie de quiché de patata y queso, una tortillita, pasan varias veces con una bandeja con pan y croissants, mermelada en bote de cristal cerrado, un yogurt en condiciones, café o té en taza de porcelana, la bebida en vaso de cristal… Vamos, un pequeño lujo. Al resto también les dan algo de comer, aunque nada parecido.

MADRID

Después de un buen almuerzo que mejor que una buena siesta, y Jorge da buena cuenta de ella. Aterrizamos sobre las 12:00 horas sin más en Madrid. Vamos hasta las cintas a recoger las mochilas que sin problemas las vemos aparecer. Y es que después de tantos cambios teníamos dudas de que llegasen con nosotros. Una azafata de tierra al llegar dice unos cuantos nombres, pero nosotros no estamos en esa lista, al mirarla y decirla que nosotros no, nos dice que tenemos suerte, porque las personas de la lista tienen sus equipajes en Bruselas.

Corriendo salimos a buscar el autobús 200 que nos lleve hasta la Avenida América. En 4 minutos aparece el bus y cuesta 1,50 euros. El que va a Atocha cuesta 5 euros, que ya puede valer. Creemos que por obras nos deja en la calle, bajamos corriendo hasta las taquillas de Alsa para coger un bus a Burgos. Vemos que hay uno a las 13:00 horas y son las 12:50 horas. Cogemos número y tenemos 11 personas por delante de nosotros. Pasan los segundos deprisa y despacio los números. Con nervios porque no queremos perderle siguen transcurriendo los segundos.

Cuando nos va a tocar la chica se pone a hablar por el móvil, no por Dios!!!, ahora no!!!! Al final nos atiende, faltan 2 minutos, nos dice que bajemos uno para que no se vaya el autobús, Jorge echa a correr, escaleras mecánicas y al llegar a la dársena no hay autobús, detrás viene Beatriz corriendo. Oímos por megafonía que el autobús con destino Burgos va a efectuar su salida, pero no hay rastro de él. Unas chicas nos dicen que se acaba de ir, noooooo!!!!, vemos el autobús pasar. Ha salido 1 minuto antes de la hora, que mala suerte, con lo bien que iba todo.

Subimos arriba y se lo decimos a la de la taquilla y bastante desagradable ella (como casi todo lo que rodea a Alsa) nos dice, ahora tendría que deciros que no os cambio los billetes, pero se lo que va a pasar, que vamos a ponernos a discutir, porque se lo que pasa…. Y como no tengo ganas de discutir os lo voy a cambiar, nosotros callados por si acaso. El siguiente sale a las 16:00 horas, que!!! No hay ninguno antes, NO!!!!. Vale, pues danos para las 16:00 horas.

Uffff!!! Y ahora qué, pues nada nos salimos fuera y nos sentamos en una terraza a tomar unas cañas. Más tarde otro rato en la estación. Beatriz se hace amiga de un señor ciego que lleva 8 armónicas y es de Belorado. Y la da un poco de palique y también un recital de música. A las 16:02 horas arranca el bus, y decimos, no podría haber salido 2 minutos tarde el anterior, snif, snif!!!!, que ya estaríamos a estas horas en Burgos….

El trayecto hasta Burgos sin mucho que contar, paramos en Aranda y Lerma. Algo a destacar es que lleva wifi gratis y FUNCIONA!!!!! primera vez…. A las 19:00 horas entramos en la estación de autobuses de Burgos. Nos esperan algunos familiares. Todo ha acabado.

Una breve reflexión/resumen del viaje: Ha sido una bonita experiencia y de todo lo visto se puede prescindir de Jammu, pues es una ciudad que no tiene casi nada por lo que no merece la pena perder tiempo en ella. El resto muy recomendable. Gran diversidad cultural y religiosa como preveíamos. La zona de Cachemira la verdad es que poco tiene que ver con el resto de India. En cuestión de seguridad que es lo que a priori más puede asustar, la verdad es que no hay ningún problema, lo que no quita para informarse antes de ir. Es un lugar caliente y puede haber momentos en los que halla algún problema. Hemos visto mucha presencia militar, pero en ningún momento hemos sentido inseguridad.

Nos hemos movido a nuestras anchas por las diferentes ciudades y ni siquiera nos han pedido el pasaporte nunca. Los desplazamientos por carretera a veces se llegan a hacer un poco pesados, pero no más de lo que pueden ser por otros lugares del país. A cambio, los paisajes compensan las horas de traslados entre ciudades.

Deseamos que los que tengan ganas de viajar a Cachemira y hayan llegado en su lectura hasta estas líneas, disfruten por lo menos tanto como nosotros en su viaje.

Para finalizar un vídeo resumen del viaje:

FINAL DE NUESTRO VIAJE POR CACHEMIRA.

Besos y abrazos según corresponda.

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