Siwa está situada en el oeste de Egipto, entre la depresión de Qattara y el Mar de Arena egipcio, en el desierto del Sáhara, aproximadamente a 50 km al este de la frontera con Libia, y a 560 km de El Cairo. Está situado a una elevación de -13 metros sobre el nivel del mar.
Estaba consagrado a Amón. Según la leyenda, dos sacerdotisas negras del Templo de Amón de Tebas fueron expulsadas y abandonadas en medio del desierto, y como una de ellas habría fundado el Templo de Dodona, en Grecia, y la segunda llegó a Siwa, en donde creo este santuario.
El Gran Mar de Arena es una región de aproximadamente 72.000 km², siendo una región arenosa. Ubicado en el Norte de África, se extiende desde el oeste de Egipto y el este de Libia. El 74% su superficie está cubierta por dunas de arena. Este mar de arena era bien conocido por los tuareg y los comerciantes que viajaban con caravanas a través del Sahara.
Nos levantamos a las 8:15 horas, aunque ya llevábamos un rato despiertos. No hemos descansado muy bien, ya que el suelo de arena es bastante duro y no recto. En cuanto al frío, no hemos pasado para nada. Abrir la jaima y ver las dunas del Desierto del Sáhara detrás es una delicia.
El Museo Nacional de la Civilización Egipcia (NMEC) se encuentra en Fustat, la primera capital egipcia después de la conquista árabe islámica, por lo que era una elección lógica para el sitio del museo.
Es una ciudad de Egipto situada junto al Nilo, a unos 20 km al suroeste del centro de El Cairo, formando parte del área metropolitana de la capital egipcia. Su población era de 4.146.340 habitantes en 2017.
Mientras la mayoría de las empresas occidentales no pueden reciclar ni siquiera el 25% de los residuos que recogen, se calcula que los zabbaleen en la Ciudad de la Basura logran reutilizar entre el 80% y el 85% de los residuos, por lo que se considera una de las comunidades con mayor índice y eficacia de reciclaje en el mundo.
Este post va a ser más una denuncia de muchas cosas, que a nuestros ojos no pueden seguir ocurriendo en la única maravilla del mundo antiguo que queda en pie. Una llamada al gobierno egipcio va a ser difícil, pero si hacer que cada visitante, turista, viajero, etc que se acerque a contemplar esta maravilla, no siga ayudando a degradar este maravilloso lugar.
